La región de Azuero se prepara para la celebración del Carnaval, una fiesta que luego de dos años de pandemia genera mucha expectativa entre la población, por la posibilidad de un auge económico durante estos días.
En diferentes puntos de las provincias de Herrera y Los Santos, los organizadores trabajan contra reloj, con el fin de tener todo listo para el Carnaval, en una carrera contra reloj faltando menos de 10 días para la anhelada festividad.
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En sitios como Las Tablas, La Villa, en Los Santos, y Chitré, en Herrera, se ultiman detalles para la confección de carros alegóricos y vestuarios para las reinas, mientras que ya han iniciado las prácticas de las tonadas, izadas de banderas y detalles faltantes para lo que serán las coronaciones.
En Chitré, ya se han realizado las coordinaciones con los estamentos de seguridad, para resguardar la seguridad de quienes asistan a la fiesta, con más de 500 unidades de refuerzo principalmente para los sectores donde se realizarán mojaderas.
Además se ha dispuesto la prohibición de ingreso al área de Carnaval de Chitré, que comprende los parques Unión y Centenarios de niños menores de 7 años, y aquellos entre esa edad y 17 años, tendrán que estar acompañados de un adulto responsable.
Habrá cinco puntos de ingreso al área de los culecos, cada una con tres carriles, y se cobrará cinco balboas por el ingreso de las neveras.
Alrededor de 21 carros cisternas han confirmado su participación, los cuales deberán pasar por una inspección previa, indicó el director regional de Salud de Herrera, Luis Pérez.
Añadió que además de los tanques de los cisternas, se revisará la calidad del agua, así como los establecimientos de expendios de bebidas y alimentos, para garantizar que los mismos cuenten con lo reglamentado para seguridad de los consumidores.
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En los talleres de las diferentes calles, los artesanos y ayudantes trabajan en la confección y pintura de las piezas para los carros alegóricos, lo que demanda la participación de mano de obra y repercute en la economía local.
Nilka de Díaz, dirigente de la Calle Abajo de Chitré, indicó que la actividad es una fuente de ingreso para las personas sin un trabajo fijo, porque además de dar empleos temporales, se promueve y resalta la cultura local.
Aunque no hay una cifra exacta de cuánto genera el carnaval a esta región del país, lo cierto es que la economía se ve impactada con negocios temporales, alquileres de viviendas, hospedajes y venta de comidas y bebidas.